Las asociaciones TEL, hasta ahora, suelen ser grupos de padres que se unen para luchar por un mismo fin; en este caso buscan la difusión del Trastorno Específico del Lenguaje y una calidad de vida mejor para las personas que lo padecen, formar e informar a profesionales y a familias sobre qué es el TEL, sus características, señales de alarma, intervención, etc. Todo esto lo hacen a través de charlas, talleres y campañas de difusión
Al ser un trastorno desconocido, las Administraciones Públicas no son muy sensibles con este colectivo, por lo que no les suelen dotar de recursos; por esta razón subsisten de las actividades organizadas por los socios y/o donaciones, bien sea de entidades privadas o particulares.
Son organizaciones sin ánimo de lucro y contrario a lo que la mayoría de personas piensa, el que sean sin ánimo de lucro no significa que todo aquello que organicen debe ser gratuito; quiere decir que los beneficios que obtenga la asociación no se reparten entre los socios, sino que deben ser reinvertidos dentro de la misma, para continuar su ejercicio y conseguir aquello por lo que ha sido creada.
La continuidad de una asociación depende, entre otras cosas, de la implicación de sus socios. Entre más socios activos haya, más movimiento tendrá la asociación, más recursos se consiguen y más beneficios podrán obtener las personas con TEL. Pero esto suele ser complicado, ya que para mantener a flote una asociación y sobre todo darla a conocer y mantenerla activa, se debe dedicar mucho tiempo y no siempre todas cuentan con un gran número de participantes por falta del mismo, ya sea por temas laborales, familiares u otros; y los pocos que pueden dedicarlo, terminan cansados al llevar una carga tan grande y poca ayuda y gratificación.
Es muy importante que las personas que deciden asociarse, sean conscientes que se están uniendo a una organización para aportar en la consecución de objetivos de esta, ya que hay un factor común y es, que se es afectado o se tiene un familiar afectado por un trastorno al que hay que darle visibilidad; y a largo plazo, el aportar un poco de tiempo y de trabajo en conjunto, habrá un beneficio común. Es un error asociarse para buscar un beneficio propio o un servicio gratuito.
Dentro de las asociaciones también existe la figura del socio colaborador; que son personas que se solidarizan con la causa sin tener ningún familiar con TEL, y que participan dando un aporte económico para que quienes están a cargo de la entidad, puedan continuar su trabajo y su carga sea menor.
Desde Yo apoyo al TEL queremos dar las gracias a todas esas personas que se implican en llevar las asociaciones y fomentan el movimiento del asociacionismo. También a aquellos que aportan económicamente para que haya una continuidad y crecimiento y existan más actividades que den a conocer el Trastorno Específico del Lenguaje (TEL).